Aprendiendo a ser feliz, un video que te sube un poquitito la moral, en esos momentos de bajona ;) SE FELIZ!! o al menos INTENTALO!!! que la vida son 3 dias uno esta lloviendo, otro estas trabajando, otro divirtiendote ^^
MIRANDO EL ALMA
MIRANDO EL ALMA
jueves, 2 de octubre de 2014
Aprendiendo a ser feliz,
Aprendiendo a ser feliz, un video que te sube un poquitito la moral, en esos momentos de bajona ;) SE FELIZ!! o al menos INTENTALO!!! que la vida son 3 dias uno esta lloviendo, otro estas trabajando, otro divirtiendote ^^
EL SILENCIO .
En todas las culturas los ritos del silencio dan paso a la calma de la existencia. La meditación budista, la hesicasta, la cristiana o la contemplativa Zen son sólo algunos ejemplos de la búsqueda del ser humano por apartarse del ruido de la existencia, para adentrarse en la realidad interior.
Los druidas paseaban por los claros del bosque escuchando el silencio de los árboles que los guiaban. Los chamanes cambian, mediante la ingesta de las sustancias sagradas, el sonido de la selva metamorfoseándolo en música para
su alma.
Lejos de ellos, en el Tíbet, todavía hoy los monjes budistas se pueden permitir el lujo de retirarse al interior de una cueva donde el único testigo que les acompaña es la reiteración acústica de gota de humedad que se desprende del techo.
Los místicos afirman que basta el sonido de la respiración para perderse en un universo de sensaciones.
En todas estas culturas el silencio ha sido una máxima a seguir, es decir, el "apartarse del mundanal ruido". El motivo era muy simple, cuando el místico se recogía en el silencio, duplicaba su capacidad de observación, potenciaba la percepción del entorno y no tenía elementos perturbadores que le distrajeran de conocer su auténtica identidad.
Cuando somos capaces de entender que el silencio no es malo y que el hecho de permanecer sin hablar no dificultará la continuidad de nuestra existencia, es cuando abrimos la puerta a un nuevo estado del ser.
El silencio nos ayuda a detener por un momento la velocidad que imprimimos en nuestra vida.
Cuando se produce el silencio consciente, cuerpo y mente se relajan y se reduce el ritmo respiratorio y baja ligeramente el cardiaco.
Desde un punto de vista psíquico, el encanto del silencio consciente reside en que podemos ver pasar las emociones pero que no somos parte de ella.
Podemos contemplar los pensamientos e incluso las dudas, pero en lugar de afectarnos, nos convertimos en simples espectadores.
Cuando vivimos el silencio podemos prestar atención a otro tipo de sonidos como los que genera nuestro cuerpo al respirar, nuestro estómago al digerir o cualquiera de nuestras extremidades al moverse.
Tenemos también la capacidad de escuchar el concierto acústico que nos brinda la mente, dándonos cuenta así, de la cantidad de veces que perdemos nuestro tiempo finito en darle vueltas a un recuerdo, a un pensamiento obsesivo o a un proyecto en el que jamás podremos creer.
Los misterios que esconde ...
Hallar el encanto del silencio no es dejar de hablar, ni quedarnos quietos como una estatua. Se trata de permanecer en la cotidianidad relegando pequeños espacios de tiempo a nosotros mismos. Al principio nos costará dejar de utilizar la radio mientras nos duchamos, pero después nos daremos cuenta que este acto higiénico posee un sonido propio. Buscaremos pues la conciencia de sentir el agua cayendo por nuestra piel y el roce de nuestras manos aplicando la limpieza.
Clausuraremos al televisor o el equipo musical por un tiempo mientras comemos, y podremos descubrir el sonido de nuestras mandíbulas y el de nuestro esófago cuando los alimentos se desplazan por él. En una fase más avanzada, prestaremos atención a los sonidos de la noche y tumbados cómodamente en la cama, justo antes de dormir, con los ojos cerrados y totalmente a oscuras, guardaremos silencio observando nuestra respiración, al ritmo cardíaco y a los "crujidos" que sin lugar a dudas se producirán en nuestro entorno. Entonces nos daremos cuenta que paredes, techo y muebles también están "vivos".
Al menos destinemos cinco minutos al día a silenciar nuestra existencia....
Los druidas paseaban por los claros del bosque escuchando el silencio de los árboles que los guiaban. Los chamanes cambian, mediante la ingesta de las sustancias sagradas, el sonido de la selva metamorfoseándolo en música para
su alma.
Lejos de ellos, en el Tíbet, todavía hoy los monjes budistas se pueden permitir el lujo de retirarse al interior de una cueva donde el único testigo que les acompaña es la reiteración acústica de gota de humedad que se desprende del techo.
Los místicos afirman que basta el sonido de la respiración para perderse en un universo de sensaciones.
En todas estas culturas el silencio ha sido una máxima a seguir, es decir, el "apartarse del mundanal ruido". El motivo era muy simple, cuando el místico se recogía en el silencio, duplicaba su capacidad de observación, potenciaba la percepción del entorno y no tenía elementos perturbadores que le distrajeran de conocer su auténtica identidad.
Cuando somos capaces de entender que el silencio no es malo y que el hecho de permanecer sin hablar no dificultará la continuidad de nuestra existencia, es cuando abrimos la puerta a un nuevo estado del ser.
El silencio nos ayuda a detener por un momento la velocidad que imprimimos en nuestra vida.
Cuando se produce el silencio consciente, cuerpo y mente se relajan y se reduce el ritmo respiratorio y baja ligeramente el cardiaco.
Desde un punto de vista psíquico, el encanto del silencio consciente reside en que podemos ver pasar las emociones pero que no somos parte de ella.
Podemos contemplar los pensamientos e incluso las dudas, pero en lugar de afectarnos, nos convertimos en simples espectadores.
Cuando vivimos el silencio podemos prestar atención a otro tipo de sonidos como los que genera nuestro cuerpo al respirar, nuestro estómago al digerir o cualquiera de nuestras extremidades al moverse.
Tenemos también la capacidad de escuchar el concierto acústico que nos brinda la mente, dándonos cuenta así, de la cantidad de veces que perdemos nuestro tiempo finito en darle vueltas a un recuerdo, a un pensamiento obsesivo o a un proyecto en el que jamás podremos creer.
Los misterios que esconde ...
Hallar el encanto del silencio no es dejar de hablar, ni quedarnos quietos como una estatua. Se trata de permanecer en la cotidianidad relegando pequeños espacios de tiempo a nosotros mismos. Al principio nos costará dejar de utilizar la radio mientras nos duchamos, pero después nos daremos cuenta que este acto higiénico posee un sonido propio. Buscaremos pues la conciencia de sentir el agua cayendo por nuestra piel y el roce de nuestras manos aplicando la limpieza.
Clausuraremos al televisor o el equipo musical por un tiempo mientras comemos, y podremos descubrir el sonido de nuestras mandíbulas y el de nuestro esófago cuando los alimentos se desplazan por él. En una fase más avanzada, prestaremos atención a los sonidos de la noche y tumbados cómodamente en la cama, justo antes de dormir, con los ojos cerrados y totalmente a oscuras, guardaremos silencio observando nuestra respiración, al ritmo cardíaco y a los "crujidos" que sin lugar a dudas se producirán en nuestro entorno. Entonces nos daremos cuenta que paredes, techo y muebles también están "vivos".
Al menos destinemos cinco minutos al día a silenciar nuestra existencia....
jueves, 7 de junio de 2012
Esencia De Mujer - Escena Tango
Carismático, genial, sublime, divertido, adulador, valiente,
romántico, increíble, soñador, risueño, arrebatador!!!!!!!
uuuuuuuuuuuhhhhhhhhhhh MAGNIFICO.
martes, 1 de mayo de 2012
sábado, 28 de abril de 2012
miércoles, 4 de enero de 2012
BARCO A LA DERIVA
Cita: ESTE DOLOR MORTAL EN QUE ME ABISMO, ESTA INMOBILIDAD DEL SENTIMIENTO, QUE SOLO SALTA,BRUSCAMENTE, CUANDO NADA ES POSIBLE. M.Antony
Tienes los ojos llenos de agonia
Te dare cobijo te dare Calor por ti, mi pajarillo herido
Pintare de rosa de melancolia
Por favor no digas que estas bien
Barco a la deriva que se hunde un poco cada dia
Barco a la deriva que no quiere ver el faro,
Te dare cobijo te dare Calor por ti, mi pajarillo herido
Pintare de rosa de melancolia
Por favor no digas que estas bien
Barco a la deriva que se hunde un poco cada dia
Barco a la deriva que no quiere ver el faro,
Barco a la deriva que se hunde un poco cada dia
Barco a la deriva que no puede ver el faro que le guia
Barco a la deriva que no puede ver el faro que le guia
domingo, 11 de septiembre de 2011
El-son-de-la-risa.................
Es el son...son... son de la risa, hija de la risa y nieta de la carcajada.
El más saludable masaje de belleza para el rostro;
el pasaporte al reino de los Cielos;
el ropaje más lindo del alma;
el mejor antídoto contra las preocupaciones;
la canción de los Ángeles;
la seriedad arrepentida;
la oración de los sabios;
la contraseña entre los amigos;
la puerta de la cooperación entre conocidos y desconocidos;
alienta la buena voluntad en los negocios;
acorta el tiempo de la angustia;
crea la felicidad en la pareja y en el hogar;
una clara manifestación de salud mental, emocional y espiritual;
descanso para los fatigados;
calor para los tristes;
luz para los decepcionados;
es como el sol: ilumina, calienta y se irradia.
¿Cuánto cuesta una sonrisa? –Nada.
¿Cuánto beneficio nos puede dar? –Mucho.
¿Qué tiempo dura? –Un instante.
¿Y cuánto perdura en la memoria? –A veces toda la vida.
¿Quién es tan rico que no la necesite? –Nadie.
¿Quién es tan pobre que no pueda regalarla? –Ninguno.
¿Se empobrece el que la dá? –Al contrario, se enriquece.
¿Se puede comprar, vender o robar? –Sólo se puede ofrecer gratuitamente.
¿Y quién es el que está más necesitado de una sonrisa? –Aquél que no tiene ninguna para dar.
"Sonríe siempre, para no dar a los que no te quieren el placer de verte triste, y para dar a los que te aman la certeza de que eres feliz
El más saludable masaje de belleza para el rostro;
el pasaporte al reino de los Cielos;
el ropaje más lindo del alma;
el mejor antídoto contra las preocupaciones;
la canción de los Ángeles;
la seriedad arrepentida;
la oración de los sabios;
la contraseña entre los amigos;
la puerta de la cooperación entre conocidos y desconocidos;
alienta la buena voluntad en los negocios;
acorta el tiempo de la angustia;
crea la felicidad en la pareja y en el hogar;
una clara manifestación de salud mental, emocional y espiritual;
descanso para los fatigados;
calor para los tristes;
luz para los decepcionados;
es como el sol: ilumina, calienta y se irradia.
¿Cuánto cuesta una sonrisa? –Nada.
¿Cuánto beneficio nos puede dar? –Mucho.
¿Qué tiempo dura? –Un instante.
¿Y cuánto perdura en la memoria? –A veces toda la vida.
¿Quién es tan rico que no la necesite? –Nadie.
¿Quién es tan pobre que no pueda regalarla? –Ninguno.
¿Se empobrece el que la dá? –Al contrario, se enriquece.
¿Se puede comprar, vender o robar? –Sólo se puede ofrecer gratuitamente.
¿Y quién es el que está más necesitado de una sonrisa? –Aquél que no tiene ninguna para dar.
"Sonríe siempre, para no dar a los que no te quieren el placer de verte triste, y para dar a los que te aman la certeza de que eres feliz
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